COMPOSITES
Estos materiales combinan la materia plástica y el refuerzo con fibras. Aunque su coste es
más elevado que el de los materiales tradicionales, aportan a sus usuarios importantes ventajas
gracias a sus propiedades, en particular la ligereza y la resistencia, lo que ha dado lugar a un
importante mercado en el campo de la construcción de automóviles, la aeronáutica y la
construcción.
Los materiales compuestos están integrados por una matriz orgánica, polímero
(termoplástico o termoestable), y una estructura de refuerzo que puede presentarse en forma de
partículas, fibras cortas, largas o continuas. Los refuerzos que más se usan son las fibras,
normalmente de vidrio, de carbono o de aramida.
Según las características de la matriz y de los refuerzos, se distinguen generalmente dos
grandes familias:
• De gran difusión, no excesivamente caros, ocupan una cuota importante del mercado
• De altas prestaciones, normalmente reforzados con fibras continuas de carbono o de
aramida y reservados para sectores de alto valor añadido: aeronáutica, medicina,
deportes y recreo.
Estos materiales compuestos, presentan una serie de propiedades que los distingue de los
tradicionales:
• Resistencia mecánica y química (corrosión)
• Aumenta la vida útil gracias a su resistencia a la fatiga
• Mantenimiento reducido
• Resistencia a los impactos y al fuego
• Aislamiento térmico, sonoro y a veces eléctrico.
• Simplicidad de diseño por facilidad de conformado
• Ligereza
El coste de fabricación de los composites es bastante superior al de los materiales
tradicionales pero, reduciendo de manera importante los gastos de mantenimiento y
aumentando la vida útil y la seguridad.
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